Un lazo espiritual une, como verá el lector, todos los trabajos de este volumen. La coherencia estriba en una curiosidad por lo que constituye el ambiente español —paisajes, letras, arte, hombres, ciudades, interiores— y en una preocupación por un porvenir de bienestar y de justicia para España. «Trabajemos en las ciencias positivas para que no nos llamen bárbaros los extranjeros», escribía en 1768 Cadalso. «¿Dónde está España?», preguntaba angustiado Larra, en 1835, viajando por las campiñas secas y desiertas. «¡No dejéis penetrar el frío en vuestros pechos, encendidos ahora en amor y piedad para la madre España!», clamaba en 1901 Joaquín Costa.…